Como pasajeros, lo tenemos fácil: nos sentamos, nos abrochamos el cinturón y el avión despega, comienza a subir y de repente se estabiliza en cierta altura a la que irá volando hasta el destino. Pero, ¿cuántos de nosotros nos hemos parado a preguntarnos por qué los aviones suben tanto y cuál es esa altura?
Pues bien, resulta que hay un rango de altitud específico en el que los aviones deben permanecer mientras vuelan debido a algunos factores como el tipo de avión, la distancia a su destino, el tipo de motor que tienen, la fuerza del viento o el peso del avión.