La última generación de consolas recuerda cada vez más a la obra de teatro de Samuel Beckett ‘Esperando a Godot’: casi todo el mundo cree que, en cualquier momento, Microsoft y Sony serán capaces de cubrir la demanda. Y mientras tanto -mientras esperan- lo que pasa es lo de siempre; el tiempo, las ganas del ‘gamer’ y poco más. Las dos empresas han afirmado en repetidas ocasiones que, según pasen los meses, la disponibilidad de sus sistemas más recientes irá aumentando. En lo que esto ocurre -y seguimos esperando- aprovecharán para llenar los estantes de las tiendas, esos mismos que deberían estar copados con sobremesas, de nuevos juegos.
