La tecnología, denominada sistema solar térmico molecular (MOST), lleva más de una década en desarrollo y se centra en una molécula de carbono, hidrógeno y nitrógeno especialmente diseñada (nada que ver con los paneles solares que ponemos en casa).
Cuando entra en contacto con la luz solar, los átomos de la molécula se reorganizan para cambiar su forma y convertirla en un isómero rico en energía, que puede almacenarse en forma líquida (pincha aquí si te gustan los experimentos solares).
La energía captada por el sistema MOST puede almacenarse en este estado líquido hasta 18 años, antes de que un catalizador especialmente diseñado devuelva la molécula a su forma original y libere la energía en forma de calor.