Solo nos faltó que Steve Jobs estuviera por allí con alguno de sus «Boom». El anuncio de la cuarta gran transición tecnológica de Apple en sus Mac (PowerPC, Mac OS X, Intel y ahora chips de Apple con arquitectura ARM) llevaba meses (incluso años) esperándose, y la firma anunció ayer el inicio de esa nueva era.
Las implicaciones son enormes, pero probablemente no son tan claras a corto plazo. Todo está pensado para que los usuarios prácticamente ni se enteren del cambio, pero mientras tanto en Apple se fragua un futuro en el que por fin podrán controlar de forma mucho más notable los ciclos de producto de sus Mac como ya lo hacían con sus iPhone o sus iPad.