Los requisitos mínimos de Windows 11 han pillado a muchos usuarios por sorpresa. Aunque todos los ordenadores con Windows 10 tendrán la licencia para actualizar a Windows 11, hay limitaciones de hardware más duras y extrañas.
Lo peor es que el requisito que más problemas está dando no tiene nada que ver con la potencia de nuestro procesador, o la cantidad de memoria RAM que tengamos. Hablamos de la necesidad de tener TPM 2.0 en nuestro ordenador para poder ejecutar Windows 11, y de otras limitaciones como la obligación de usar 64 bits.