Las operaciones de seguridad modernas se enfrentan a un cambio constante, un volumen creciente de ataques y entornos cada vez más amplios. Sin embargo, el objetivo permanece: proteger los datos sensibles, la propiedad intelectual y la información de los clientes, al tiempo que se refuerza la postura global de seguridad. Un centro de operaciones de seguridad logra esto cuando funciona con un modelo operativo actualizado que vincula las acciones diarias con los resultados del negocio.
El camino hacia el control comienza con una estrategia alineada con los objetivos empresariales. El equipo realiza una evaluación de negocio, cartografía activos y recursos, y registra las brechas que los adversarios podrían explotar. A continuación llega el proceso: manuales claros guían a los analistas para monitorizar brechas, responder a incidentes, corregir vulnerabilidades y aplicar políticas y procedimientos de seguridad. La infraestructura cierra el ciclo: la visibilidad unificada, el registro coherente y la integración de herramientas proporcionan a los analistas una visión única de la actividad. El resultado es un centro de operaciones de seguridad que actúa con intención y defiende la organización con precisión.
Este es el inicio perfecto de la semana que todo defensor cibernético desea —y este artículo le ayudará a implementarlo en su organización. Sumérjase para explorar:
• Qué es exactamente un centro de operaciones de seguridad;
• Por qué debe inculcar las capacidades necesarias;
• Cómo armar el equipo adecuado;
• Y más.
Un panorama de amenazas en aumento
Los profesionales responsables de las operaciones de seguridad están sometidos a una presión constante debido a la disrupción y la extorsión a gran escala. Los ataques masivos de denegación de servicio y el ransomware dominan los informes de incidentes y representan más de la mitad de la actividad observada en el último periodo rastreado por la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad, que incluyó 11.079 eventos reportados públicamente.
El informe también muestra que los adversarios se ocultan dentro del tráfico normal mediante tácticas de “vivir de sitios confiables”, que abusan de plataformas legítimas en la nube y de colaboración, así como técnicas de “vivir de la tierra”, que utilizan herramientas administrativas incorporadas. Más preocupante aún, el compromiso del correo electrónico empresarial (BEC) está aumentando con rapidez. La agencia también señaló 19.754 vulnerabilidades dentro de su ámbito, con un 9,3% clasificadas como críticas y un 21,8% como altas. La clasificación manual se ve desbordada a medida que el comportamiento de los atacantes se mezcla con las operaciones cotidianas. La frecuencia del ransomware se mantiene alta y el compromiso del correo electrónico empresarial avanza rápidamente en los flujos de trabajo financieros y ejecutivos cuando los controles de identidad son deficientes.
De cara a 2025, Forrester informa de una caída interanual del 35% en los pagos por ransomware. Esto sugiere que los atacantes se orientarán hacia el robo de datos, el uso de ladrones de información y una extorsión que utiliza modelos generativos para explotar buzones y archivos robados.
El objetivo de casi todas las organizaciones es un programa preparado para 2025 que reduzca la exposición y demuestre control ante reguladores y partes interesadas.
Qué constituye un centro de operaciones de seguridad
Un centro de operaciones de seguridad no es un conjunto de herramientas ni un simple equipo: es una capacidad operativa que depende de cimientos organizativos definidos. Estos incluyen una política formal de seguridad de la información respaldada por la alta dirección, visibilidad total del panorama de aplicaciones, titularidad asignada para todos los sistemas y un análisis de riesgos actualizado que oriente las prioridades.
Sin estas condiciones, el centro de operaciones de seguridad no puede actuar con la autoridad ni la precisión necesarias. Su funcionamiento depende de la alineación con la gestión de TI para garantizar el control en todos los entornos. El centro utiliza una plataforma de Gestión de Información y Eventos de Seguridad (SIEM) para correlacionar la telemetría de sistemas, software y hardware en señales procesables, lo que permite a los equipos de TI y seguridad identificar patrones en lugar de anomalías aisladas.
La inteligencia de amenazas externas es igualmente crítica. La información sobre vulnerabilidades conocidas, el comportamiento activo de los atacantes y las técnicas en evolución permite al centro reconocer actividades con consecuencias reales. Correlacionar esta inteligencia con la telemetría interna posibilita una detección dirigida, un análisis rápido y una respuesta eficaz en todos los activos conectados. Un centro de operaciones de seguridad funcional se construye sobre estructura, sistemas y estrategia; los tres deben alinearse para mantener una capacidad de respuesta efectiva en el entorno de amenazas actual.
Los requisitos de un centro eficiente
Operativamente, el centro de operaciones de seguridad depende de la colaboración con la gestión de TI para mantener el control en todos los entornos. Ese esfuerzo, por sí solo, no basta. Por ello, el centro utiliza una plataforma SIEM para correlacionar datos de sistemas, software y hardware, lo que le permite descubrir patrones significativos.
La inteligencia de amenazas externas también desempeña un papel crucial. La información sobre vulnerabilidades, comportamientos adversarios y tácticas emergentes permite al centro reconocer firmas de ataques reales. Al correlacionar esta inteligencia con la telemetría interna, el centro puede responder a amenazas dirigidas en todos los activos conectados.
En la práctica, la eficiencia surge cuando estructura, sistemas y estrategia se alinean. Con apoyo ejecutivo, operaciones compartidas con TI, un SIEM bien ajustado y una inteligencia de amenazas en tiempo real, el centro afronta las amenazas modernas con velocidad, precisión y resultados repetibles.
Cómo formar un equipo de alto rendimiento
Un centro de operaciones de seguridad necesita roles claros y responsabilidades definidas para que el equipo reaccione con rapidez y reporte de forma precisa. Defina las responsabilidades en términos sencillos para eliminar la ambigüedad.
Un gerente del centro de operaciones dirige al equipo y supervisa las operaciones diarias. Este líder reporta al director de seguridad de la información (CISO). Los ingenieros diseñan y gestionan la arquitectura defensiva: evalúan, prueban, recomiendan, implementan y mantienen herramientas y tecnologías. Asimismo, trabajan con los equipos de desarrollo y operaciones para integrar la arquitectura en los ciclos de desarrollo de aplicaciones.
Los analistas actúan como primeros respondedores —algunos equipos los denominan investigadores o respondedores de incidentes—. Detectan, investigan y clasifican amenazas; identifican hosts, endpoints y usuarios afectados; y toman medidas para contener y mitigar el impacto. Algunas organizaciones dividen a los investigadores y respondedores en roles de Nivel 1 y Nivel 2.
Los cazadores de amenazas se centran en amenazas avanzadas que superan las defensas automatizadas. Buscan nuevas amenazas y variantes y, después, contienen lo que encuentran. Entornos más grandes o especializados agregan roles según sea necesario. Un director de respuesta a incidentes coordina la comunicación y la respuesta durante los incidentes, y los investigadores forenses recuperan datos de dispositivos dañados o comprometidos durante un incidente cibernético. Con estos roles establecidos, se garantiza cobertura en diseño, detección, respuesta y recuperación. Las transferencias se mantienen ágiles, las escaladas llegan al líder adecuado y los incidentes se cierran con menos sorpresas.
Conclusión
El panorama moderno de amenazas ha convertido a los centros de operaciones de seguridad en una capacidad operativa esencial. Basados en una política respaldada por la dirección, visibilidad total, titularidad asignada, análisis de riesgos actualizado, alineación con TI y un SIEM, resultan fundamentales para operacionalizar capacidades modernas. En consecuencia, la eficiencia surge cuando estructura, sistemas y estrategia se alinean bajo el apoyo ejecutivo.
Las operaciones de seguridad modernas generan confianza cuando estrategia, procesos e infraestructura funcionan como un único sistema operativo para la empresa. Por eso, debe tratar el centro de operaciones de seguridad como una función empresarial con un mandato ejecutivo y operaciones compartidas con TI.
Con el enfoque adecuado, los defensores cibernéticos pueden mantener una visibilidad total de los activos y documentar resultados de manera que auditores, juntas directivas e ingenieros puedan comprender. El progreso se convierte así en una hoja de ruta que ayuda a establecer la visibilidad y la respuesta fundamentales.