La pandemia de COVID-19 ha afectado a las ventas globales de teléfonos móviles. El cierre de fábricas, principalmente en China, y los problemas de logística, unido a las dificultades económicas, el cierre de tiendas y el confinamiento en muchos países no ha sido el escenario propicio para la compra de dispositivos. Aunque la venta online se ha visto impulsada por esta situación, no ha sido suficiente para compensar las caídas.