Una de las mayores pesadillas de cualquiera es tener que dejar tu teléfono móvil en el centro de servicio a esperas de que estos consigan arreglar algún fallo que te reporta el smartphone. Y es que, aquí nos entra la paranoia y con razón de si nuestros datos están seguros en manos de quien supuestamente va a solucionarnos el problema.
¿Mirará mis fotos o mis contactos? ¿Cotilleará mis conversaciones de WhatsApp? Todos los que alguna vez los hemos dejado para reparar nos hemos quedado con esa duda. Éticamente y como profesionales que son, es algo que no debería entrar en su modus operandi, pero quién sabe.