Cuando uno piensa en el cargador del móvil difícilmente se le ocurre que puede reventar el teléfono. Es un dispositivo relativamente simple (aunque hay cosas a tener en cuenta al comprar uno) y dado que los móviles y los propios cargadores cuentan con controladores para regular la potencia, uno no tiene que preocuparse de mucho. Ahora bien, si un malware modifica esos controladores las cosas pueden ser muy diferentes, llegando incluso a explotar el teléfono.