La Consejería de Economía y Hacienda de Castilla y León ha lanzado un ambicioso plan destinado a mejorar la competitividad y la sostenibilidad en 2.500 empresas de la región mediante la inversión de 54,4 millones de euros a lo largo de tres años, desde 2025 hasta 2027. Este esfuerzo, canalizado a través del Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICECYL), busca apoyar la transición hacia modelos empresariales más sostenibles, así como la financiación de 255 proyectos innovadores y sostenibles. El plan se estructura alrededor de los criterios ASG, poniendo un énfasis especial en aspectos Ambientales, Sociales y de Gobernanza, con el objetivo de crear una economía más verde y justa.
El enfoque en los criterios ASG no solo promueve la sostenibilidad ecológica, sino que también asegura mejoras en el clima laboral, la igualdad de género, la capacitación de los trabajadores y la transparencia en la rendición de cuentas. Todo esto se traduce en un escenario donde las empresas no solo son más competitivas, sino también más responsables socialmente. Este artículo desglosará los diferentes componentes y objetivos estratégicos del plan, que en su conjunto prometen ser el motor de cambio de la economía empresarial de Castilla y León hacia un futuro más sostenible y competitivo.
Objetivos Estratégicos y Ámbitos de Actuación
El plan ASG incluye diez objetivos estratégicos específicos para guiar a las empresas en su transición hacia modelos más sostenibles. Entre estos objetivos se encuentran la adopción de tecnologías limpias, la promoción de la circularidad y la gestión de residuos, la eficiencia en el uso de recursos, y la mejora del clima laboral. Asimismo, se abordan aspectos como la igualdad de género, la capacitación y desarrollo de los trabajadores, así como la puesta en marcha de planes de sostenibilidad y la digitalización de procesos. Otro pilar fundamental es fomentar la cooperación y las alianzas estratégicas, además de asegurar la transparencia en la rendición de cuentas.
Para lograr estos objetivos, se han definido seis ejes de actuación que incluyen la concienciación sobre sostenibilidad, la capacitación avanzada, consultorías específicas en sostenibilidad, innovación, emprendimiento y finalmente, financiación y ayudas. Las actividades de concienciación buscarán fomentar la gestión responsable de recursos y el uso eficiente de la energía, difundiendo los beneficios de adoptar prácticas sostenibles. Por su parte, el eje de capacitación se centrará en proporcionar conocimientos en innovación tecnológica, economía circular y sostenibilidad de recursos, al tiempo que se favorece una gobernanza sostenible y el diseño de planes de sostenibilidad.
Innovación y Emprendimiento Sostenible
Un componente clave del plan es la apuesta por la innovación, en aras de asegurar que las empresas puedan desarrollarse y mantenerse competitivas en un mercado altamente dinámico. Para ello, se fomenta la creación de un banco de buenas prácticas y la implementación de un grupo de trabajo regional de Bioeconomía circular. Estas iniciativas permitirán no solo compartir conocimientos y experiencias exitosas, sino también poner en marcha proyectos que apuesten por un desarrollo económico más sostenible.
Dentro de las acciones de innovación también se encuentra el apoyo a nuevos modelos de negocio mediante la promoción de aceleradoras verticales en bioeconomía circular, energías verdes y agroalimentaria. Estas aceleradoras proporcionarán un espacio donde las startups y emprendedores puedan desarrollar sus ideas de negocio, recibir mentorías y acceder a financiamiento. Incorporar criterios ASG en cada uno de estos modelos de negocio no solo asegura su éxito, sino también su sostenibilidad a largo plazo, lo cual es clave en el mundo empresarial actual.
Monitorización y Evaluación Continua
Durante los tres años en que se desarrollará el plan, se realizará una monitorización y evaluación continua para ajustar las estrategias y adaptarlas a las nuevas necesidades que vayan surgiendo. Esta vigilancia constante permite no solo medir el impacto de las acciones llevadas a cabo, sino también adaptarse rápidamente a cambios del mercado o nuevas directrices de sostenibilidad. Con esto se asegura la eficacia del plan y se garantizan los resultados esperados en términos de competitividad y sostenibilidad.
A lo largo de estos años, se revisarán y actualizarán las políticas de descarbonización, circularidad y gestión de residuos, dando prioridad a aquellos proyectos que demuestren un impacto positivo real en el entorno empresarial y natural. Esta flexibilidad es crucial para responder de manera efectiva a los desafíos y oportunidades que puedan surgir, maximizando los beneficios del plan para todas las partes involucradas.
Conclusión
La Consejería de Economía y Hacienda de Castilla y León ha puesto en marcha un plan ambicioso con el fin de mejorar la competitividad y la sostenibilidad de 2.500 empresas en la región, mediante la inversión de 54,4 millones de euros durante tres años, del 2025 al 2027. Este esfuerzo, gestionado a través del Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICECYL), tiene como objetivo apoyar la transición hacia modelos empresariales más sostenibles y financiar 255 proyectos innovadores.
El plan se basa en los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza), destacando la importancia de crear una economía más verde y justa. Fomenta no solo la sostenibilidad ecológica, sino también mejoras en el clima laboral, la igualdad de género, la capacitación de los trabajadores y la transparencia en la rendición de cuentas. Esto crea un escenario donde las empresas no solo son más competitivas, sino también más responsables socialmente.
En conjunto, este plan promete ser el motor de cambio de la economía empresarial en Castilla y León, impulsándola hacia un futuro más sostenible y competitivo.