La adicción a los teléfonos móviles se ha convertido en un problema a la orden del día, que afecta especialmente a niños y adolescentes. Las estadísticas son alarmantes: un reciente informe de Unicef revela que un 31,6% de los adolescentes pasa más de cinco horas diarias conectados a internet durante la semana, y esta cifra asciende al 49,6% durante los fines de semana.