En la era digital, cada vez que navegamos por internet, creamos un rastro de información personal. A medida que nuestra vida se integra cada vez más con la tecnología, esta huella digital se expande. Sin embargo, los datos que compartimos, como publicaciones en redes sociales o las compras que hacemos en tiendas online, son elementos muy valiosos para los ciberdelincuentes que buscan aprovecharse de toda esta información.