Como sucede con todos los dispositivos que trabajan con ondas de radio, los teléfonos móviles también emiten un cierto tipo de radiación (no ionizante). A pesar de que los niveles son generalmente bajos y están regulados por estándares internacionales, resulta imprescindible comprender cómo y en qué medida pueden afectar nuestra salud, pues eventualmente pueden producirse errores como el de Apple con el iPhone 12, que tuvo que ser actualizado por superar dichos estándares.