Preparar un capuccino desde el móvil ya es una realidad, igual que el frigorífico te diga si falta leche. Es la era del internet de las cosas, facilidades en el día a día, pero, también, más vulnerabilidades.
Las empresas, hospitales o administraciones públicas han sido los objetivos preferidos de los ciberdelincuentes. Sin embargo, también se pueden secuestrar objetos conectados.
Un software actualizado con la última versión y con todos los parches es probable que sea impenetrable, aunque, el riesgo cero no existe. Un analista de Avast, una firma de seguridad, ha conseguido demostrar la vulnerabilidad del internet de las cosas.