Los mineros y las crisis de los semiconductores nos han privado de poder cambiar de tarjeta gráfica desde, al menos, 2020. Cuando toda esta locura empezó a pegar fuerte.
Desde entonces las GPUs han estado sin stock o disparadas de precio, por lo que millones de gamers se han tenido que aguantar con sus viejas GTX 1060 o RX 580. Y después de cuatro años de espera estas comienzan a no dar el tipo.
En su labor por descongestionar la situación tanto NVIDIA como AMD han lanzado software pare limitar el poder de minado de sus tarjetas y, a su vez, han lanzado modelos económicos que no deberían interesar en principio a los mineros.