Con la compra de Activision-Blizzard por parte de Microsoft, la compañía estadounidense podría perder una suma multimillonaria. Las agencias reguladoras del Reino Unido bloquearon la compra dando a conocer la existencia de una clausula que obliga a Microsoft pagar 3.000 millones de dólares si el proceso de compra no llega a un acuerdo con el potencial socio de desarrollador de videojuegos.
Bobby Kotick, CEO de Activision-Blizzard, en una entrevista con la CNBC se le pregunto sobre la compra y no desmintió la cifra estipulada, tampoco le dio mucha importancia a la cláusula. Kotick defendió que la operación saldría adelante y que esta misma fortalecería la competencia en vez de debilitarla.