En un reciente operativo de supervisión, Meta descubrió actividades sospechosas en sus plataformas de Facebook e Instagram. La firma de marketing israelí STOIC estaba detrás de una campaña que buscaba influir en la percepción pública mediante la creación y operación de cuentas falsas. Estos perfiles fingían ser estudiantes judíos, afroamericanos y «ciudadanos preocupados», con el fin de difundir opiniones que favorecían las acciones militares de Israel, al tiempo que compartían comentarios de tinte islamófobo en Canadá.
Los investigadores de Meta dieron con estas actividades al analizar el contenido compartido por las cuentas falsas, que también dirigían críticas hacia la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo y desacreditaban protestas universitarias. Estas acciones, según se reveló, estaban conectadas con los enfrentamientos entre Israel y Hamas, así como con la política general de Oriente Medio. No obstante, la campaña fue detectada antes de lograr un alcance significativo; atrayendo apenas alrededor de 500 seguidores en Facebook y 2,000 en Instagram.
Aunque muchas de las cuentas identificadas fueron desactivadas por la plataforma, resulta destacable que la campaña también recurriera al uso de herramientas de inteligencia artificial generativa. Estas IA estaban destinadas a la creación de comentarios automáticos en páginas políticas y medios noticiosos, que sin embargo, fueron en su mayoría percibidos y cuestionados por usuarios genuinos. David Agranovich, director de políticas de Meta para la interrupción de amenazas, afirmó que, hasta el momento, la inteligencia artificial generativa todavía no representa un desafío mayúsculo, manteniendo la capacidad de Meta para detectar y desactivar estas redes de influencia adversas. La objetividad de la investigación y el compromiso con la interrupción de prácticas maliciosas quedan, así, patentes en el enfoque adoptado por Meta.