El gobierno argentino ha tomado la decisión de disolver el Fondo Fiduciario de Transporte Eléctrico Federal (FFTEF) como respuesta a una serie de irregularidades detectadas en su gestión. Esta medida forma parte de un esfuerzo más amplio para mejorar la transparencia y la eficiencia en la administración de los recursos públicos destinados a la infraestructura energética. El FFTEF fue creado en 1999 con el objetivo de financiar obras de infraestructura en alta tensión, buscando mejorar la calidad y seguridad del servicio eléctrico en todo el país.
Auditorías y descubrimientos de irregularidades
Resultado de las auditorías
Las auditorías realizadas por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y la Unidad de Auditoría Interna del Ministerio de Economía revelaron una serie de anomalías importantes en la administración del fondo. Entre las irregularidades más graves se encontraron la falta de manuales o instructivos internos formalizados que describan las operaciones del fondo. Además, se verificó la ausencia de un sistema integral de gestión y registro de información financiera, lo que impedía un control adecuado de los fondos destinados a las obras.
Estas falencias en la gestión trajeron consigo una serie de incumplimientos en las normativas de contrataciones y demoras significativas en la ejecución de los proyectos, con el consecuente aumento de costos y ajustes en los precios. El desorden en los procesos administrativos no solo afectó la eficiencia de las obras, sino que también generó desconfianza en la capacidad del fondo para cumplir con su propósito principal.
Aumento desproporcionado del personal
Otro punto clave en las irregularidades descubiertas fue el incremento desmedido del personal a cargo del fondo. Mientras que en enero de 2023 el FFTEF contaba con nueve empleados, para diciembre del mismo año, la cifra había ascendido a 45 personas. Este crecimiento se produjo en violación del artículo 147 de la Ley Nº 11.672, que estipula que los fondos fiduciarios públicos no deberían contar con estructura de personal propia, sino que deberían integrarse con recursos humanos de las jurisdicciones y entidades de las cuales dependen.
El aumento injustificado del personal no solo generó un gasto operacional innecesario, sino que también reflejó una falta de control y planificación en la gestión del FFTEF. Este desajuste evidenció la necesidad urgente de reestructurar el manejo de los fondos públicos para garantizar una administración más eficiente y alineada con las normativas vigentes.
Medidas y consecuencias de la disolución
Reestructuración de funciones y recursos
Ante las evidentes fallas y desviaciones en la gestión del FFTEF, el gobierno decidió su disolución bajo el decreto 234/2025. Además, se resolvió que el 19,86% de lo recaudado por el Fondo Nacional de la Energía Eléctrica se destinaría a obras de ampliación del sistema de alta tensión, según lo determine la Secretaría de Energía. Dicha Secretaría también asumirá el rol de comitente en los contratos de obra, lo cual se espera mejore la ejecución y supervisión de los proyectos futuros.
La redistribución de funciones y recursos busca asegurar que los fondos destinados a la infraestructura energética se usen de manera efectiva y con mayor control. Además, esta medida se alinea con los principios establecidos en la Ley Nº 27.742, que faculta al Poder Ejecutivo Nacional para modificar, transformar o disolver fondos fiduciarios públicos con el fin de garantizar transparencia y eficiencia en el uso de los recursos.
Disolución de otros fondos fiduciarios
La disolución del FFTEF no es un caso aislado; se suma a otras acciones similares emprendidas durante el gobierno del presidente Javier Milei. Hasta la fecha, se han disuelto más de siete fondos fiduciarios debido a irregularidades en su administración, entre ellos el Fondo Fiduciario del Servicio Universal, el Fondo Fiduciario para la Vivienda Social y el Fideicomiso del Programa de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar.
Estas medidas reflejan una política de cero tolerancia hacia la corrupción y el mal manejo de los recursos públicos. La decisión de disolver estos fondos subraya la importancia de dar prioridad a la transparencia y eficiencia en la administración pública, garantizando que los recursos se utilicen de acuerdo con los objetivos para los cuales fueron creados y sin desviaciones que afectan el rendimiento esperado de los proyectos.
Un paso hacia la transparencia
Importancia de la gestión eficiente
La disolución del FFTEF y otros fondos fiduciarios marca un paso significativo hacia la mejora en la gestión de los recursos públicos en Argentina. Estas acciones destacan la necesidad de desarrollar mecanismos de control y supervisión más robustos para prevenir desviaciones y garantizar que los fondos se utilicen de manera adecuada. La implementación de sistemas de gestión más eficientes y transparentes es esencial para recuperar la confianza en las instituciones públicas y asegurar que los recursos se destinen a proyectos que verdaderamente beneficien a la población.
Expectativas futuras
El gobierno argentino ha decidido disolver el Fondo Fiduciario de Transporte Eléctrico Federal (FFTEF) tras detectar múltiples irregularidades en su gestión. Esta acción se enmarca en una estrategia más amplia para fortalecer la transparencia y eficiencia en la gestión de los recursos públicos destinados a la infraestructura energética. El FFTEF, establecido en 1999, tenía como propósito principal financiar proyectos de infraestructura de alta tensión para mejorar la calidad y seguridad del servicio eléctrico en todo el país. Sin embargo, la reciente evaluación reveló problemas significativos en su administración, lo que motivó su disolución. Con esta decisión, el gobierno busca optimizar el uso de los recursos públicos y asegurar que los fondos destinados a la infraestructura energética se manejen de manera adecuada y efectiva. Este paso es parte de un esfuerzo continuo para garantizar que los ciudadanos argentinos reciban un servicio eléctrico confiable y eficiente, en línea con las mejores prácticas internacionales.