A medida que Argentina experimenta un boom en el sector del petróleo y gas con Vaca Muerta como epicentro, resulta paradójico que algunas empresas extranjeras estén optando por vender sus activos. Este fenómeno parece aún más contradictorio en un contexto en el que el gobierno de Javier Milei impulsa la desregulación y la eliminación del cepo cambiario, además de ofrecer beneficios a través del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Sin embargo, una combinación de factores económicos y estratégicos explica estas decisiones de desinversión.
Contexto del Boom Petrolero
Las empresas locales están capitalizando el crecimiento del petróleo y gas en Argentina, particularmente en el sector de shale oil y shale gas. La reciente flexibilización de políticas y la introducción del RIGI han creado un ambiente favorable para las inversiones, permitiendo que empresas como YPF, Vista y Pampa Energía amplíen su participación en Vaca Muerta. Esta dinámica ha sido vista como una oportunidad por las empresas extranjeras, que optan por vender sus activos a valores competitivos, considerando que el mercado y los precios de venta son atractivos.
No obstante, para algunas de estas multinacionales, esta tendencia no necesariamente implica una contradicción con la expansión del sector. Más bien, responde a un proceso de revisión y optimización de sus operaciones globales, en el que se analizan factores como la rentabilidad a largo plazo y la estabilidad económica de los países en los que operan. Para estas empresas, el contexto de crecimiento local puede ser un buen momento para consolidar ganancias y reorientar sus estrategias hacia mercados considerados más estables o de menor riesgo.
Razones de las Desinversiones
Pese al crecimiento del sector energético en Argentina, los estrictos controles de cambio se han mantenido como una barrera significativa para el crecimiento de los negocios, limitando la capacidad de las empresas extranjeras para repatriar sus ganancias. Esta situación genera un alto grado de incertidumbre y representa uno de los principales motivos detrás de las decisiones de desinversión. Además, aunque el cambio en la política económica ha sido sustancial, Argentina aún no es percibida como un jugador competitivo en comparación con otros escenarios más favorables como Estados Unidos, Israel o Guyana.
La percepción de riesgo país también juega un papel crucial en estas decisiones. A pesar de las reformas y las medidas pro-inversión, la volatilidad económica y los desafíos estructurales del país siguen siendo una preocupación para las multinacionales. Este factor las impulsa a priorizar la estabilidad y la previsibilidad en la planificación de sus inversiones, llevando a algunas de ellas a reducir su exposición en mercados considerados más inestables.
Ejemplos de Empresas
Uno de los ejemplos más destacados es el caso de TotalEnergies, que, a pesar de sus planes de desinversión en algunas áreas, continuará siendo uno de los mayores productores de gas natural en el país. Por su parte, ExxonMobil ya ha concretado su salida de Argentina con la venta de sus activos por aproximadamente USD 2.000 millones, transfiriendo áreas importantes como Bajo del Choque-La Invernada y Los Toldos a Pluspetrol, mientras que YPF adquirió su participación en el área Sierra Chata.
Equinor es otra empresa que está evaluando su salida, buscando desprenderse de sus participaciones en Bandurria Sur y Bajo del Toro Norte, actualmente en copropiedad con YPF. Del mismo modo, Petronas está considerando vender su 50% en el bloque La Amarga Chica. Estas decisiones de desinversión pueden ser vistas como oportunidades para las compañías locales, que están en condiciones de absorber estos activos y fortalecer su presencia en el sector.
A medida que las multinacionales se retiran, empresas como YPF están incrementando sus inversiones en el shale de Vaca Muerta. YPF, en particular, ha destacado su intención de dirigir todas sus inversiones hacia esta área para el 2026, con una inversión significativa destinada a la exploración y producción de hidrocarburos. Este impulso representa una respuesta estratégica para consolidar su posición en el mercado energético local y aumentar la producción nacional.
Contexto Global y Precios del Petróleo
El contexto global también influye en las decisiones de desinversión. Factores como la guerra comercial, la potencial recesión en Estados Unidos y las políticas de Donald Trump han llevado a una caída del precio internacional del petróleo. Este escenario representa un arma de doble filo para Argentina. Por un lado, los precios bajos podrían aliviar la presión sobre los combustibles locales y ayudar al gobierno a controlar la inflación, proporcionando una ventaja a corto plazo para la economía nacional.
Por otro lado, una disminución en los precios del petróleo también puede poner en riesgo los ingresos fiscales y de divisas que el país prevé obtener. La incertidumbre en el mercado global del petróleo añade una capa adicional de complejidad para las multinacionales, que deben considerar estas variables al tomar decisiones sobre sus inversiones en Argentina. Si bien el boom petrolero local ofrece oportunidades, la estabilidad a largo plazo y los retornos financieros son factores determinantes para la permanencia o retirada de estos actores globales.
Futuro de las Inversiones Locales
A pesar de las desinversiones extranjeras, hay un consenso en que las áreas abandonadas serán absorbidas por empresas locales. YPF, por ejemplo, está enfocada en dirigir todas sus inversiones hacia Vaca Muerta, con un monto significativo destinado a la exploración y producción de hidrocarburos. Las inversiones recientes en exploración han alcanzado cifras impresionantes, lo cual refleja el compromiso de Argentina de capitalizar su potencial energético y fomentar el crecimiento económico.
Las inversiones han alcanzado USD 11.360 millones, con el 70% de este monto destinado a Vaca Muerta. Estos esfuerzos indican una clara intención de consolidar la producción local y maximizar el aprovechamiento de los recursos naturales disponibles. A su vez, este aumento en la inversión es una señal positiva para la economía argentina, ya que no solo impulsa el sector energético, sino que también tiene un impacto en la creación de empleo y el desarrollo regional.
Planes del Gobierno
Mientras Argentina vive un auge en su sector de petróleo y gas, con Vaca Muerta en el centro de esta expansión, resulta sorprendente que ciertas empresas extranjeras opten por vender sus activos. Este comportamiento parece más paradójico aún, dado que el gobierno de Javier Milei promueve la desregulación y la eliminación del cepo cambiario, además de ofrecer incentivos bajo el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).
Aunque esta situación pueda parecer contradictoria, las decisiones de desinversión pueden explicarse por una serie de factores económicos y estratégicos. Entre ellos se encuentran la volatilidad económica del país, las incertidumbres políticas y los desafíos logísticos locales. A pesar del potencial crecimiento y las políticas que favorecen la inversión, estas empresas pueden estar valorando otros mercados con menores riesgos y mayores certezas. Así, mientras Vaca Muerta presenta oportunidades, las condiciones generales del país pueden llevar a las empresas a reconsiderar su presencia en Argentina.