El pasado sábado, un centenar de personas se congregaron frente al Palacio Regional de La Rioja con un propósito claro: exigir mejoras en la educación pública. Convocada por la Escuela Pública de La Rioja, la manifestación tuvo como objetivo instar al Gobierno regional a proporcionar «más recursos, mejor organización y mejor gestión» en el sector educativo. Carlos Ollero, diputado de Izquierda Unida y miembro de la Plataforma, se erigió como la voz principal durante la protesta, subrayando las deficiencias continuas a pesar de algunas mejoras logradas gracias a movilizaciones pasadas. Este evento es un reflejo de las preocupaciones profundas y persistentes que enfrenta la comunidad educativa en La Rioja y la urgencia de abordarlas para garantizar una educación pública de calidad.
Demandas de recursos y gestión eficiente
Durante la concentración, los manifestantes expresaron su frustración con la precariedad en la oferta educativa y los desafíos organizacionales que enfrentan día a día. Paralizaron el tráfico en uno de los tramos de la calle Vara de Rey y corearon consignas dirigidas específicamente al consejero de Educación, Alberto Galiana. Algunas de estas consignas incluían mensajes como «es dinero público, para la escuela pública» o «Galiana, escucha, la pública está en lucha», haciendo énfasis en la necesidad de una mayor implicación gubernamental para mejorar el sector educativo público. Carlos Ollero apuntó que aunque algunas de las protestas anteriores habían mitigado ciertos problemas, muchas deficiencias persisten y requieren atención urgente.
El enfoque principal de las demandas se centró en la necesidad de recursos adecuados y una gestión más eficiente. La reciente convocatoria de 248 plazas para profesores, de las cuales 243 son para secundaria y 5 para Formación Profesional, fue duramente criticada por la Plataforma. Ollero insistió en que los listados de sustituciones de interinos deben publicarse y organizarse de manera más anticipada para evitar ineficiencias y desorganización, factores que perjudican tanto a los docentes como a los estudiantes. Estas demandas muestran una preocupación generalizada por mejorar no solo la cantidad del personal educativo, sino también su calidad y el proceso de integración en el sistema.
Problemas en los comedores escolares
Uno de los puntos más controvertidos abordados por la Plataforma durante la manifestación fue el modelo de comedores escolares. Los manifestantes señalaron que el sistema actual ha fracasado, y solicitaron una reformulación completa basada en alimentación de calidad y proximidad. Según ellos, La Rioja cuenta con los comedores escolares más caros de España, y las becas disponibles no son suficientes para satisfacer las necesidades de todas las familias que dependen de este servicio. Este problema no solo afecta la calidad de la alimentación, sino también genera desigualdad en el acceso a servicios esenciales dentro del entorno escolar, aumentando la presión financiera sobre las familias.
La preocupación por los comedores escolares representa un problema estructural más amplio, en el que los altos costos de estos servicios se convierten en una barrera para muchas familias. Esta situación es percibida como una forma de desigualdad que contradice los principios de igualdad de oportunidades en el sistema educativo. Para la Plataforma, la demanda de comedores escolares eficientes y asequibles es uno de los pilares de su lucha, ya que aseguran que una buena alimentación es fundamental para el rendimiento y desarrollo de los niños y jóvenes.
Privatización y educación infantil
La creciente privatización de la educación, particularmente en la etapa infantil de 0 a 3 años, fue otro tema crítico abordado durante la protesta. Según Carlos Ollero, el Gobierno riojano ha abandonado los esfuerzos para integrar esta etapa crucial en la red pública, una decisión que la Plataforma considera podría degradar la calidad educativa en un nivel fundamental para el desarrollo temprano de los menores. Los manifestantes debatieron sobre la importancia de que la educación infantil no se deje en manos de la mercantilización y que se garantice su inclusión dentro del sistema público para asegurar una base sólida en las primeras etapas del desarrollo académico y social de los niños.
Esta tendencia hacia la privatización de la educación infantil sienta un precedente peligroso para el resto del sistema educativo, afectando negativamente la equidad y la calidad de la educación en general. La Plataforma argumenta que la educación infantil debería ser prioritaria y que cualquier retroceso en este ámbito podría tener repercusiones duraderas en la formación y el desarrollo de los menores. Para ellos, es esencial fortalecer las etapas educativas iniciales como una base sólida para el crecimiento académico y personal de los estudiantes, evitando así que la mercantilización imponga barreras adicionales al acceso y a la calidad educativa.
Asignación presupuestaria y educación concertada
Otra preocupación recurrente en la manifestación fue el incremento de asignaciones presupuestarias a la educación concertada y privada en detrimento del sistema público. La Plataforma argumenta que estos fondos deberían destinarse a fortalecer el sistema público de enseñanza, lo que incluye la creación de más plazas, la introducción de nuevos grados y la mejora de las infraestructuras en Formación Profesional. En este contexto, también se destacó la necesidad de proporcionar una mayor protección y apoyo financiero a la Universidad de La Rioja (UR) para garantizar su funcionamiento óptimo y su capacidad de ofrecer una educación superior de calidad.
Criticaron que este desvío de recursos financieros alimenta un sistema de dualidad educativa que favorece a quienes pueden pagar, dejando a la educación pública en una situación de desventaja. Para la Plataforma, es fundamental que los recursos públicos se inviertan en mejorar la calidad y accesibilidad de la educación pública. La preocupación por la distribución equitativa de los recursos es una de las principales razones por las que exigen una revalorización de las prioridades presupuestarias, insistiendo en que la educación pública debe ser la piedra angular del sistema educativo español.
Proceso y transparencia en exámenes
La claridad y anticipación en los criterios de la prueba de acceso a la universidad también fueron discutidos por los manifestantes. La Plataforma, junto con los estudiantes de bachillerato, enfatizó la importancia de conocer estos criterios con suficiente antelación para permitir una preparación adecuada del examen. Este aspecto es particularmente crucial para los estudiantes, ya que una falta de información o un retraso en la comunicación de los criterios puede afectar significativamente su rendimiento y, en consecuencia, sus oportunidades de acceder a la educación superior.
Esta petición apunta a la necesidad de una mejor comunicación y mayor transparencia por parte de la Consejería de Educación. Según los manifestantes, asegurar que los estudiantes tengan la información necesaria a tiempo no solo mejora su rendimiento, sino que también contribuye a reducir el estrés y la incertidumbre que enfrentan. La transparencia en el proceso de exámenes es vista como una medida esencial para garantizar la equidad y la igualdad de oportunidades dentro del sistema educativo, proporcionando a todos los estudiantes las herramientas necesarias para alcanzar su máximo potencial.
Próximas acciones y futuras movilizaciones
El pasado sábado, alrededor de un centenar de personas se congregaron frente al Palacio Regional de La Rioja con un objetivo claro: demandar mejoras en la educación pública. Esta manifestación, organizada por la Escuela Pública de La Rioja, tenía como fin presionar al Gobierno regional para que aporte «más recursos, mejor organización y una gestión más eficiente» en el ámbito educativo. Carlos Ollero, diputado de Izquierda Unida y miembro destacado de la Plataforma, se alzó como la voz principal de la protesta, enfatizando que, pese a algunas mejoras logradas mediante movilizaciones anteriores, aún persisten numerosas deficiencias en el sistema educativo. Esta manifestación es un reflejo de las preocupaciones profundas y constantes que enfrenta la comunidad educativa en La Rioja, y resalta la urgente necesidad de abordar estos problemas para garantizar una educación pública de calidad que satisfaga las expectativas de la ciudadanía y proporcione un futuro mejor para los estudiantes.