Las operaciones del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) son cruciales para el flujo diario de miles de pasajeros, dada la alta frecuencia de vuelos y la importancia del comercio aéreo en la capital. Considerando demoras y cancelaciones, el aeropuerto ofrece actualizaciones en tiempo real de los vuelos programados. En particular, se han reportado retrasos en vuelos hacia destinos como Guadalajara y Tokio, un ejemplo de la constante necesidad de información precisa para los viajeros. Frente a estas situaciones, los pasajeros deben estar informados sobre sus derechos en casos de demoras y cancelaciones, lo cual incluye no solo compensaciones económicas, sino también servicios adicionales. En este sentido, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) emerge como un garante de los derechos de los clientes, asegurando que las aerolíneas cumplan con lo estipulado en el territorio nacional.
Derechos y compensaciones de los pasajeros
El marco regulatorio que protege a los pasajeros del AICM es claro respecto a las demoras, con políticas que delinean derechos ante retrasos entre una y cuatro horas. Durante estos periodos, los viajeros tienen derecho a recibir descuentos visibles y provisiones básicas como alimentos y bebidas, lo que mitiga el impacto de la espera prolongada. Si el retraso se extiende más allá de cuatro horas o si ocurre una cancelación de vuelo, las opciones de compensación se amplían, incluyendo el reembolso completo del boleto, compensaciones adicionales por las molestias y, en muchos casos, la oportunidad de ser reasignados en otros vuelos disponibles. Para asegurar la efectividad de estas medidas, la Profeco se mantiene presente en todos los aeropuertos del país, sirviendo como un recurso vital para orientar a los pasajeros ante cualquier irregularidad. Esta presencia y capacidad de intervención es esencial para una operación de vuelos justa, reflejando el esfuerzo por mejorar la experiencia del cliente.
El papel de la Profeco y la gestión en AICM
La Profeco juega un rol crucial al intervenir en las disputas entre pasajeros y aerolíneas, garantizando que las políticas de compensación se cumplan y que los derechos de los consumidores sean respetados. Su función es especialmente significativa en un entorno tan dinámico como el del AICM, donde tanto la cantidad de vuelos como la diversidad de destinos requieren un manejo adecuado de posibles conflictos. Además de salvaguardar los derechos durante demoras y cancelaciones, la Profeco ofrece orientación sobre los procedimientos alternativos disponibles para los pasajeros que han sufrido inconvenientes. Este enfoque preventivo y resolutivo se integra con las políticas de gestión del aeropuerto, que se centran en mejorar la eficacia operativa y minimizar las perturbaciones. De cara al futuro, la relación entre el AICM y la Profeco puede ser vista como un modelo de cómo la cooperación y el compromiso con el cliente permiten resolver desafíos dentro del sector de la aviación.