Hace un mes nos hacíamos eco de la presentación del nuevo borrador del Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea, y de la amenaza que representaba para los proyectos ‘open source’ de IA. Semanas más tarde, recibía el primer ‘visto bueno’ de su camino hacia la aprobación y entrada en vigor.
Pese a ser una normativa que parecía hecha a medida de los grandes proyectos propietarios, Sam Altman puso sobre la mesa la posibilidad de retirar el acceso a ChatGPT en Europa… un ademán que ha terminado siendo, sin embargo, breve. Y hay una buena razón para ello.