Salió el 5 de octubre y con él llegaron los primeros problemas. Como es habitual, por otra parte, ya que cuando algo llega nuevo nunca está exento de fallos.
Si bien actualizar es realmente fácil (aquí os enseñamos como hacerlo paso por paso), la experiencia con el nuevo sistema operativo está siendo algo desigual, desde gente que está contentísima a otros que prefieren la interfaz tradicional de Windows 10.
Y entre quejas y alabanzas, tenemos lo que se llaman bugs, molestos fallos del sistema que suelen estar presentes al principio de cada lanzamiento, algo que ya está experimentando Windows 11. En concreto hablamos de un problema que involucra al explorador de archivos y a la memoria RAM.
