Hoy en día no es posible disfrutar de las ventajas de la digitalización en todo el mundo. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), consciente de lo prioritaria que resulta la inclusión digital, tiene un grupo de trabajo dedicado a este asunto.
Hay personas con necesidades específicas (asociadas a diferencias de edad, género, capacidad, nivel socioeconómico y geografía, entre otras) que pueden tener barreras para acceder y utilizar información y servicios digitales, lo que crea una brecha digital (digital divide, en terminología anglosajona). Según la UIT, cerca de un 87% de la población utilizaba internet en países desarrollados en 2019 frente a un 47% en los países en desarrollo.