En enero de 2007 el por entonces CEO de Apple, Steve Jobs, cambió para siempre la historia de la telefonía. El polémico genio de San Francisco anunció en la Macworld Conference & Expo el primer modelo de iPhone. Un dispositivo, en sus palabras, cinco años por delante de cualquier otro teléfono.
El iPhone original marcó un antes y un después en un mercado dominado por teléfonos con teclado. Su precio era de 499 dólares para el modelo de 4 GB y de 599 para el de ocho. Mirando por el retrovisor, el diminuto aparato ofrecía prestaciones ridículas para el canon actual. Tenía una cámara de 2 megapíxeles, un procesador de un solo núcleo y 128 MG de RAM.