La situación económica de Venezuela en 2024 presenta numerosos desafíos que obstaculizan el crecimiento y la recuperación sostenible. Tiziana Polesel, segunda vicepresidenta de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), ofrece una visión detallada sobre los problemas actuales y sus posibles soluciones en una entrevista reciente. Destaca varios problemas críticos que afectan la capacidad del país para avanzar económicamente, y subraya la importancia de abordar estos asuntos para lograr una recuperación efectiva en 2025.
Voracidad Fiscal y su Impacto en el Crecimiento Económico
Uno de los principales puntos que destaca Polesel es la «voracidad fiscal» que afecta a las empresas en Venezuela. Esta presión fiscal excesiva se ha convertido en un obstáculo significativo para el crecimiento del aparato productivo. La carga impositiva elevada en ciertos municipios ha limitado la capacidad de las empresas para invertir y expandirse, afectando negativamente su operatividad y competitividad. Esta situación no solo afecta a las grandes corporaciones, sino también a las pequeñas y medianas empresas, que son el pilar fundamental de la economía nacional.
Además, la falta de incentivos fiscales y la alta carga tributaria han llevado a muchas de estas empresas a operar en la informalidad, reduciendo así la recaudación fiscal y perpetuando un ciclo de ineficiencia económica. La informalidad limita el acceso a crédito y recursos necesarios para la expansión, creando un ambiente desfavorable para el desarrollo empresarial. Ante esta situación, es crucial que las políticas fiscales se revisen y ajusten para aliviar la presión sobre los empresarios y fomentar un entorno más propicio para el crecimiento económico.
Deficiencias en los Servicios Públicos
Otro desafío crítico mencionado por Polesel es la deficiencia en los servicios públicos, que incluye problemas con la energía eléctrica, el agua y el suministro de combustibles como el gasoil y la gasolina. Estas deficiencias han sido especialmente intensas en el último semestre de 2024, afectando gravemente la operatividad de las empresas y la vida cotidiana de los ciudadanos. La falta de servicios públicos confiables no solo limita la capacidad de producción de las empresas, sino que también aumenta sus costos operativos.
Las empresas se ven obligadas a invertir en soluciones alternativas, como generadores eléctricos, lo que incrementa sus gastos y reduce su competitividad. Además, estas deficiencias son más severas fuera de la capital, donde las interrupciones de servicios son más frecuentes y prolongadas. En regiones alejadas, el acceso limitado a servicios básicos complica la logística y los procesos de producción, creando un ambiente de incertidumbre que desalienta la inversión y afecta la calidad de vida de la población.
Desempeño Dispar de los Sectores Económicos
Polesel también destaca la disparidad en el desempeño de diferentes sectores económicos en Venezuela. Mientras algunos sectores han logrado superar el crecimiento estimado del 8 %, otros han experimentado crecimiento negativo, como es el caso del sector de la construcción. Esta disparidad refleja las diferentes capacidades de adaptación y resiliencia de los sectores frente a los desafíos económicos actuales. La ralentización económica observada desde julio ha afectado a muchos sectores, con recuperaciones tímidas observadas especialmente en septiembre, asociadas con el regreso a clases.
Sin embargo, esta recuperación no ha sido suficiente para compensar la desaceleración general, y muchos sectores siguen enfrentando dificultades significativas. La caída en la inversión pública y privada, sumada a la falta de confianza en la estabilidad económica, ha mermado las posibilidades de crecimiento sostenido en diversos sectores. El sector agrícola, por ejemplo, enfrenta desafíos de financiamiento y acceso a insumos, lo que afecta la producción y la capacidad para satisfacer la demanda interna. Esta situación desigual resalta la necesidad de políticas diferenciadas que aborden las necesidades específicas de cada sector para impulsar su recuperación.
Perspectivas Empresariales y Barreras a la Recuperación
Desde la perspectiva empresarial, las barreras a la recuperación económica son claras. Las empresas están afectadas por la presión fiscal excesiva y la deficiente infraestructura de servicios públicos. Estas barreras no solo limitan la capacidad de las empresas para operar eficientemente, sino que también afectan su capacidad para planificar a largo plazo y realizar inversiones significativas. A pesar de estos desafíos, el sector privado mantiene una actitud persistente y positiva hacia la recuperación.
Los empresarios comprenden la necesidad de revisar y modificar estas barreras estructurales para desbloquear el potencial de crecimiento económico. Hay una esperanza prudente de que sus propuestas sean escuchadas y abordadas por las autoridades locales y nacionales. La colaboración entre el sector privado y el gobierno es esencial para identificar y implementar soluciones efectivas que impulsen la economía venezolana. Los empresarios están dispuestos a participar activamente en este proceso, ofreciendo su experiencia y recomendaciones para mejorar el ambiente empresarial y fomentar un crecimiento sostenible.
Necesidad de Soluciones Estructurales
La situación económica de Venezuela en 2024 se ve plagada de múltiples desafíos que impiden el crecimiento y la recuperación sostenible del país. En una entrevista reciente, Tiziana Polesel, quien ocupa el cargo de segunda vicepresidenta en la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), detalla los problemas actuales y propone posibles soluciones. Polesel resalta varios obstáculos críticos que están afectando la capacidad de Venezuela para avanzar económicamente. Entre estos se encuentran la inflación descontrolada, la devaluación continua de la moneda y la falta de inversión extranjera. Subraya que es esencial enfrentar y resolver estas cuestiones para alcanzar una verdadera recuperación económica en 2025. Además, hace un llamado a la colaboración entre el sector público y privado, insistiendo en que el trabajo conjunto es la clave para superar la crisis actual y encaminarnos hacia un futuro más prometedor y estable.