Empresas Temen Criticas Políticas y Adopten el Silencio Verde

enero 30, 2025
Empresas Temen Criticas Políticas y Adopten el Silencio Verde

El aumento del temor en las empresas a involucrarse con la lucha climática debido al avance del conservadurismo extremo en los Estados Unidos ha generado un nuevo fenómeno en el ámbito corporativo. Con la posible vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, muchas compañías están adoptando el «greenhushing», un término que describe la tendencia de las empresas a mantener en silencio sus iniciativas ambientales para evitar convertirse en el blanco de críticas políticas y escrutinio legal. Este comportamiento se opone al «greenwashing», donde las empresas pretenden estar comprometidas con el medio ambiente de manera deshonesta.

El Surgimiento del «Greenhushing»

Anteriormente, las grandes compañías tenían miedo de ser acusadas de greenwashing al pretender de manera falsa su compromiso con la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, este miedo ha sido reemplazado por el greenhushing. Con Donald Trump, un opositor feroz de las políticas medioambientales, emergió un clima donde las corporaciones temen ser acosadas por sus medidas ambientales si las hacen públicas. Este es un cambio notable que incluye a varias industrias y sectores empresariales, generando un ambiente de silencio sobre sus acciones verdes para evitar conflictos.

De Greenwashing a Greenhushing

El greenwashing implicaba que las empresas intentaban engañar al público haciendo declaraciones falsas o exageradas sobre sus prácticas ambientales. Sin embargo, el greenhushing representa una tendencia contraria. Ahora, muchas empresas optan por ocultar sus esfuerzos genuinos para ser más sostenibles por miedo a represalias políticas y legales. La administración Trump sembró el miedo entre las corporaciones que podrían ser atacadas públicamente o enfrentarse a obstáculos burocráticos si mostraban abiertamente su apoyo a políticas ambientales.

Retiro de Entidades Financieras

Uno de los puntos principales es el retiro de varias entidades financieras estadounidenses de la alianza internacional nacida en la cumbre del clima de Glasgow de 2021, destinada a eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero. Entre los bancos que abandonaron la alianza se encuentran JP Morgan, Citigroup, Bank of America, Morgan Stanley, Wells Fargo y Goldman Sachs. BlackRock, el mayor grupo de inversión del planeta, también se retiró del foro Net Zero Asset Managers que perseguía el objetivo de llegar a las emisiones netas cero para mediados de siglo.

La retirada de BlackRock es especialmente simbólica porque, bajo la dirección de Larry Fink, la empresa se había convertido en un importante defensor de la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, su vicepresidente Philipp Hildebrand señaló que su participación en la alianza generaba «confusión sobre las prácticas de BlackRock» y los sometía a «escrutinio legal por varios organismos públicos». Este cambio resalta cómo la presión política influye en las decisiones corporativas, incluso en instituciones financieras de gran envergadura.

Impacto de la Política de Trump

El Caso de BlackRock

El caso de BlackRock bajo la dirección de Larry Fink es emblemático. A pesar de ser un importante defensor de medidas ambientales, la empresa decidió retirarse de la alianza por las complicaciones legales y confusiones que esto generaba. Rob Schuwerk, director para Norteamérica del grupo de expertos en finanzas verdes Carbon Tracker, considera esto como un mensaje claro de Trump, quien demostró que las instituciones que no apoyaban su agenda climática podrían convertirse en objetivos públicos. Este tipo de presión política influye considerablemente en la política de sostenibilidad de las empresas.

Opiniones de Expertos

Ronald Temple, jefe de estrategias de mercado de la gestora de fondos Lazard, opinó durante una visita a Madrid que Trump había declarado la guerra a la inversión sostenible y haría todo lo posible para desmantelar cualquier regulación que la apoyara. Muchos expertos coinciden en que en Estados Unidos se está gestando una fuerte ola desregulatoria contra las normas medioambientales. Sin embargo, la extensión de este fenómeno a otras economías mundiales aún no está clara. A pesar de estas presiones, hay sectores dentro de las empresas y en la comunidad financiera que siguen abogando por mantener los principios de inversión sostenible.

Otros Temas Abarcados por el Conservadurismo

Capitalismo Woke

El avance conservador no se limita únicamente al tema del cambio climático. Los movimientos populistas de derecha también atacan el llamado «capitalismo woke», refiriéndose a las empresas que intentan combatir las injusticias y problemas sociales. Debido a esto, las empresas ahora temen verse no solo verdes, sino también moradas, negras y multicolores. Las empresas que adoptan principios de diversidad, igualdad e inclusión (DEI) pueden verse expuestas a recibir críticas y riesgos de reputación, disminuyendo su valor y enfrentando boicoteos.

Ejemplos de Empresas Afectadas

Desde el veto presidencial de Joe Biden, que bloqueó una resolución republicana contra el uso de criterios medioambientales, sociales y de gobernanza en la gestión de planes de pensiones, las empresas que enorgullecían sus iniciativas DEI ahora las ven como un posible factor de riesgo. Compañías como Target, Kohl’s, Chick-Fil-A, la marca de cervezas Budweiser y la compañía de Lego han sido objeto de ataques y boicoteos por su apoyo a la comunidad LGTBI, perdiendo miles de millones en valor bursátil. Estas situaciones muestran cómo la politización de estas medidas puede afectar negativamente tanto a las empresas como a la sociedad en general.

La Persecución a las Políticas de Diversidad

Políticas de Diversidad, Igualdad e Inclusión

Las políticas de diversidad, igualdad e inclusión surgieron como respuesta a la discriminación para favorecer a minorías, y crecieron durante la última década con movimientos como #MeToo y Black Lives Matter. Sin embargo, la decisión del Tribunal Supremo de 2023 de declarar inconstitucional la discriminación positiva por motivos raciales en acceso a universidades llevó a grupos conservadores a dirigir sus ataques hacia las empresas con dichas políticas. Este comportamiento ha creado un ambiente hostil para las empresas que buscan implementar y mantener medidas DEI en sus organizaciones, ya que enfrentan críticas y posibles represalias.

Activismo en Contra de DEI

Uno de los principales activistas contra las políticas de DEI es Robby Starbuck, quien se acredita haber forzado a más de una docena de compañías a abandonar sus políticas de diversidad e igualdad. Empresas como Tractor Supply, John Deere, Ford, Harley-Davidson, Lowe’s, Caterpillar y Molson Coors fueron señaladas por iniciar cambios en sus prácticas debido a la presión sostenida. La victoria más simbólica para los conservadores fue que Meta anunció la disolución de su equipo de diversidad, ajustó sus políticas de contratación y dejó de priorizar a proveedores con estas políticas.

Aunque el miedo se ha extendido por una gran parte del sector empresarial estadounidense, no todas las empresas han cedido. Apple, por ejemplo, ha recomendado votar en contra de una propuesta de accionistas que pide abandonar sus prácticas de diversidad. Las retiradas de alianzas verdes por parte de las grandes financieras estadounidenses se han acelerado ante la posible vuelta de Trump, quien ha dejado claro su apoyo a los combustibles fósiles y su oposición a políticas climáticas y de DEI. La polarización y la hostilidad hacia estos principios podrían afectar la capacidad de las empresas a operar de manera sostenible.

Paul Polman, ex primer ejecutivo de Unilever, vincula directamente esta presión política con el cabildeo de la industria de combustibles fósiles. Según Polman, es financieramente y moralmente correcto hacer que el dinero fluya hacia la transición climática, pero los movimientos actuales hacia la desregulación perjudican este progreso. Schuwerk no cree que esto incremente la exploración y desarrollo de proyectos de petróleo y gas, aunque eliminar barreras para las emisiones contaminantes podría disuadir a inversionistas.

Conclusión

El temor creciente en las empresas de involucrarse en la lucha contra el cambio climático, debido al avance del conservadurismo extremo en Estados Unidos, ha dado lugar a un nuevo fenómeno en el ámbito corporativo. Ante la posible reelección de Donald Trump, muchas compañías optan por el «greenhushing». Este término describe la tendencia de las empresas a mantener en secreto sus iniciativas ambientales para evitar ser el blanco de críticas políticas y escrutinio legal. Este comportamiento contrasta con el «greenwashing», en el cual las empresas fingen un compromiso con el medio ambiente de manera deshonesta.

El «greenhushing» refleja una realidad preocupante: la polarización política en temas ambientales está incidiendo en las estrategias corporativas. Las empresas temen represalias y una mayor presión legal si explicitan sus políticas ecológicas. En lugar de promover sus avances, prefieren el silencio como táctica defensiva. Esta situación subraya la necesidad de un entorno político más favorable que inspire confianza en las iniciativas verdes. De lo contrario, el progreso hacia la sostenibilidad podría verse obstaculizado por el miedo y la autocensura empresarial.

Así, mientras algunas empresas ajustan sus estrategias para pasar desapercibidas, otras deben evaluar cuidadosamente cómo comunicar sus esfuerzos sustentables sin atraer consecuencias negativas inciertas.

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