Las inundaciones en Valencia se han incluido entre las diez catástrofes climáticas más costosas del mundo en 2024. Según un estudio de la ONG Christian Aid, basado en datos de aseguradoras como Aon, RBC Capital y DBRS, la gota fría que afectó la región sureste de la Península Ibérica generó pérdidas estimadas en 4.220 millones de dólares, equivalentes aproximadamente a 4.045 millones de euros. Cabe destacar que estas cifras podrían ser aún mayores, ya que solo consideran los bienes asegurados.
El impacto de las inundaciones en Valencia
Importancia histórica de la catástrofe
Este evento catastrófico marca la primera vez que una catástrofe específica en España ingresa en este preocupante listado. Anteriormente, las inundaciones de septiembre de 2019 en la Comunidad Valenciana habían ocupado el undécimo lugar en el informe de ese año, con impactos económicos de 2.400 millones de dólares y un costo humano de siete muertes, significativamente menor que las más de 220 fallecidas en 2024. Este contraste resalta no solo el creciente impacto financiero de estos fenómenos, sino también el incremento del costo humano asociado.
El detalle económico subraya la severidad de la gota fría reciente, evidenciando una tendencia preocupante en la región, afectada repetidamente por fenómenos meteorológicos extremos. El hecho de que Valencia ocupe ahora el décimo lugar en un listado global de catástrofes climáticas más costosas, enfatiza la urgencia de estudiar y mitigar estos eventos.
Comparación con otras catástrofes
En total, las diez catástrofes climáticas más costosas de 2024 sumaron unos 238.770 millones de dólares. Liderando la lista está el huracán Milton, que dejó 60.000 millones de dólares en daños y 25 muertos. Las tormentas en Estados Unidos también empataron en costos altos durante el año, seguido del huracán Helene que afectó a Cuba y México, con pérdidas de 55.000 millones de dólares y 232 muertes. Las inundaciones en China, ocurridas entre junio y julio, resultaron en pérdidas de 15.600 millones de dólares y 315 fallecidos. Valencia cierra la lista, demostrando el alcance global de estos eventos destructivos.
El informe de la ONG es un recordatorio contundente de cómo las condiciones climáticas extremas causan daños severos no solo en términos económicos sino también en la pérdida de vidas. Al considerar las cifras junto con otras catástrofes, se observa una clara necesidad de enfoques globales para lidiar con el cambio climático, ya que ningún rincón del mundo parece estar a salvo de su alcance devastador.
Respuestas y perspectivas futuras
Afectación desigual entre países
El estudio subraya un aspecto clave: los desastres climáticos más devastadores golpean con mayor fuerza a los países más pobres. Estos han contribuido mucho menos a la crisis climática y, sin embargo, cuentan con menos recursos para responder y recuperarse. Ejemplos como el ciclón Chido, la sequía en Colombia y las olas de calor en Bangladesh y Gaza no ingresaron en el top 10 debido a sus menores costos financieros, pero su impacto humano fue significativo.
Países con menos recursos económicos enfrentan desafíos monumentales para recuperarse de estos desastres. La limitada capacidad de respuesta y recuperación exacerba aún más las desigualdades globales. Esta disparidad revela la urgente necesidad de un enfoque equitativo en las políticas y medidas contra el cambio climático, que considere y asista a las naciones más vulnerables y menos responsables de las emisiones históricas.
Cambio climático y la gota fría en Valencia
Christian Aid resalta que el cambio climático intensifica la frecuencia y severidad de estos desastres naturales. La gota fría en Valencia, aunque estacional, se vio agravada por el calentamiento global, con lluvias torrenciales entre un 12% y un 15% más intensas. Además, el aumento en la temperatura del mar y la capacidad atmosférica para retener más humedad contribuyeron a la virulencia de estos eventos.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) también señala que el cambio climático podría estar aumentando la intensidad de las lluvias, como se observó en la histórica dana de Valencia, que rompió récords nacionales de precipitación. Este ejemplo subraya la urgente necesidad de adaptar las infraestructuras y políticas locales para mitigar los efectos del cambio climático y proteger a las comunidades vulnerables.
Llamado a la acción global
Las inundaciones ocurridas en Valencia se han catalogado entre las diez catástrofes climáticas más costosas a nivel mundial en 2024. Este dato se desprende de un estudio elaborado por la ONG Christian Aid, que se basó en cifras proporcionadas por aseguradoras como Aon, RBC Capital y DBRS. La gota fría que azotó el sureste de la Península Ibérica provocó pérdidas económicas valoradas en 4.220 millones de dólares, lo que equivale aproximadamente a 4.045 millones de euros. Es importante subrayar que estas cifras podrían ser incluso más elevadas, dado que el informe solo incluye los bienes que estaban asegurados en el momento del desastre. Además de los daños materiales, las inundaciones causaron graves impactos sociales y ambientales en la región, afectando a miles de personas y ecosistemas locales. La gravedad de esta catástrofe pone de relieve la urgencia de adoptar medidas más efectivas para afrontar el cambio climático y mitigar sus efectos devastadores en el futuro próximo.