Noruega Lidera la Transición Global con Coches Eléctricos

enero 8, 2025
Noruega Lidera la Transición Global con Coches Eléctricos

Noruega ha logrado que casi el 90% de los coches vendidos sean eléctricos, convirtiéndose en un referente mundial en la electrificación del transporte por carretera. Este logro es particularmente notable considerando que Noruega también es el mayor exportador de petróleo de Europa y que enfrenta desafíos climáticos y geográficos que podrían complicar la adopción de esta tecnología. La impresionante transformación del sector automovilístico en Noruega ha sido el resultado de un conjunto de políticas públicas centradas en los incentivos económicos y las estrategias de adaptación tecnológica que han hecho posible este cambio a gran escala.

Políticas Públicas y Condiciones Favorables

Una de las figuras clave en este proceso es Christina Bu, secretaria general de la Asociación Noruega de Vehículos Eléctricos (Norsk elbilforening) desde 2014. Bu destaca que los incentivos públicos han sido fundamentales para promover el uso de coches eléctricos. Desde hace más de tres décadas, Noruega ha implementado diversas medidas para favorecer estos vehículos frente a los de combustión. Por ejemplo, en 1990 se suprimió el impuesto de circulación para coches eléctricos; en 1996 se les permitió el uso gratuito de peajes, y en 1999 el aparcamiento gratuito en ciertas ciudades. Aunque algunas de estas medidas ya no están en vigor, fueron cruciales para hacer atractiva la compra de vehículos eléctricos.

En 2001, Noruega suprimió el IVA para los coches eléctricos, reduciendo automáticamente su precio en comparación con los de gasolina o diésel, ya que el IVA en Noruega implica un incremento del 25% en el precio de un vehículo. Un coche de combustión que costaría 50.000 euros, podría costar 40.000 euros si es eléctrico. Bu destaca también la importancia de los “desincentivos” para los vehículos contaminantes, que hacen que comprar un coche de combustión en Noruega sea significativamente más caro, haciendo que el coche eléctrico sea la opción más económica. Este balance entre incentivos y desincentivos ha sido clave para cambiar las preferencias de los consumidores.

Los esfuerzos no se han detenido ahí. La legislación noruega y las facilidades administrativas se han adaptado continuamente para mantener el impulso hacia la adopción de coches eléctricos. Estas políticas han sido complementadas por campañas de concienciación pública y la colaboración estrecha entre diferentes niveles de gobierno para asegurar la coherencia en las medidas adoptadas. Todos estos elementos, combinados, han creado un entorno favorable que ha facilitado la transición de los conductores hacia vehículos más sostenibles.

Financiación y Recursos Económicos

Los ingresos sustanciales de Noruega por la exportación de gas y petróleo han permitido que los gobiernos sucesivos mantengan las ayudas al coche eléctrico durante más tiempo que en la mayoría de los países europeos. El fondo soberano de Noruega, el más grande del mundo, tiene un valor de 1,5 billones de euros, ligeramente superior al PIB de España, lo que ha facilitado financiar estas ayudas. El uso estratégico de estos recursos ha permitido mantener un nivel alto de subsidios para los coches eléctricos, haciendo más asequible su adquisición para los ciudadanos noruegos y posicionando al país a la vanguardia de la movilidad sostenible.

En el contexto de adopción de nuevas tecnologías y cambios en las políticas de transporte, Noruega no parecía el país más adecuado para convertirse en un líder global en movilidad limpia debido a su baja densidad de población, el clima frío y la orografía montañosa. La transformación comenzó de manera lenta en la década de los noventa y enfrentó obstáculos significativos, como la limitada oferta de modelos eléctricos, la poca autonomía de estos vehículos y la falta de puntos de carga. Sin embargo, en 2012, los coches eléctricos solo representaban el 3% de las compras de vehículos de primera mano. Esta cifra escaló exponencialmente al 89% en 2022, alcanzando hasta el 94% en algunos meses.

El éxito de esta transformación también tiene raíces en la mentalidad progresista de los gobiernos noruegos, que han decidido invertir los beneficios del petróleo en un futuro más sostenible. Esto ha creado un círculo virtuoso donde los recursos provenientes de la industria de combustibles fósiles se utilizan para fomentar tecnologías limpias, impulsando aún más la adopción de coches eléctricos y otras innovaciones sostenibles.

Avances Tecnológicos y Red de Cargadores

Los avances tecnológicos han sido determinantes en este crecimiento. Actualmente, en Noruega se venden más de 160 modelos de coches eléctricos, en comparación con menos de diez en 2014. Marcas como Tesla han superado a tradicionales líderes de ventas como Toyota y Volkswagen, convirtiéndose en las preferidas del mercado noruego. Los coches fabricados en China también están ganando terreno en las ciudades noruegas. Además de la variedad de modelos, las mejoras en la autonomía de los vehículos y el desarrollo de una amplia red de cargadores han sido esenciales para el impulso definitivo del coche eléctrico. Noruega cuenta con 30.000 puntos públicos de recarga, la segunda red más grande de Europa en proporción al número de habitantes, solo superada por Países Bajos. En comparación, España tiene un número similar de cargadores para casi diez veces más población, lo que frena la adquisición de coches eléctricos.

El desarrollo de una infraestructura robusta de recarga ha sido uno de los pilares sobre los que se ha cimentado el éxito de los coches eléctricos en Noruega. La facilidad para encontrar estaciones de carga, junto con la mejora continua en la rapidez y eficiencia de estos sistemas, ha eliminado uno de los principales temores de los conductores: quedarse sin batería en el camino. Este avance ha sido posible gracias a la colaboración entre el sector público y privado, que ha facilitado la inversión en tecnología y la expansión de la red de recarga en zonas tanto urbanas como rurales.

Además, las mejoras en la eficiencia energética de los modelos modernos de coches eléctricos han sido significativas. Estos avances han permitido que los coches eléctricos actuales ofrezcan una autonomía mucho mayor que sus predecesores, haciéndolos más prácticos para el uso diario y viajes largos. Así, los conductores ahora pueden confiar más en estos vehículos para sus necesidades diarias, desde trayectos cortos hasta desplazamientos interurbanos.

Objetivos y Desafíos Futuros

Noruega se ha destacado a nivel mundial al lograr que casi el 90% de los automóviles vendidos en el país sean eléctricos. Esta hazaña no solo coloca a Noruega como líder en la electrificación del transporte por carretera, sino que también es sorprendente si se considera que el país es el mayor exportador de petróleo de Europa. A pesar de enfrentarse a desafíos climáticos y geográficos que podrían dificultar la adopción de vehículos eléctricos, Noruega ha superado estas barreras con éxito. La transformación del sector automovilístico noruego ha sido posible gracias a un conjunto integral de políticas públicas que incluyen incentivos económicos y estrategias tecnológicas avanzadas. Estas medidas han fomentado la adopción masiva de coches eléctricos a gran escala, beneficiando tanto al medio ambiente como a la economía nacional. Noruega se ha convertido así en un modelo a seguir para otros países que buscan transitar hacia un futuro más sustentable y menos dependiente de combustibles fósiles.

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