En México, la desaparición de personas es una tragedia que golpea a miles de familias que luchan incansablemente por encontrar a sus seres queridos. Las fotografías y fichas de búsqueda de los desaparecidos son un símbolo de esperanza y un reclamo constante de justicia en un país donde la impunidad y la falta de respuestas prevalecen. Sin embargo, recientemente se ha reportado el retiro de estas fichas en los estados de Chiapas y Guerrero, generando indignación y protestas entre los colectivos de familiares que ven en este acto una muestra más del abandono y desprecio por parte de las autoridades.
Protestas en Guerrero
Bloqueo de la Costera Miguel Alemán
Uno de los eventos que ha generado gran revuelo fue la protesta del Colectivo Memoria, Verdad y Justicia de Acapulco, que decidió bloquear la famosa Costera Miguel Alemán en demanda de respuestas. El colectivo exige a la alcaldesa, Abelina López, información concreta sobre los avances en las investigaciones de personas desaparecidas y, sobre todo, que no se retiren las fotografías de los desaparecidos colocadas en puntos estratégicos de la ciudad. Estas imágenes, más que simples fotografías, representan la lucha y el dolor de familias que buscan a sus seres amados desde hace años.
La madre de Jonathan Guadalupe Romero Gil, desaparecido en 2018, expuso que las autoridades municipales retiraron algunas de las fichas y fotografías de los desaparecidos sin previo aviso. Para las familias, este acto es un golpe significativo ya que muchas de estas imágenes habían sido colocadas con esfuerzo en lugares visibles para mantener el recordatorio constante de su búsqueda. La desesperación y la rabia de las familias se incrementan cada vez que se sienten ignoradas o despreciadas por quienes deberían estar protegiéndolos y ayudándolos en su lucha.
El clamor de justicia de las familias
Los miembros del colectivo argumentan que estas acciones reflejan una total falta de empatía y compromiso de las autoridades locales. Las familias señalan que el retiro de las fichas es visto como un intento de invisibilizar aún más a los desaparecidos, tratándolos como si nunca hubieran existido. Las protestas no solo buscan la reposición de las imágenes, sino también un cambio fundamental en la actitud de las autoridades hacia quienes sufren la pérdida y la incertidumbre de tener un ser querido desaparecido.
Estas acciones de protesta no son aisladas; son el reflejo de una sociedad cansada de la indiferencia gubernamental. Colectivos como el de Acapulco se han manifestado en repetidas ocasiones para recordar que sus seres queridos no son solo estadísticas, sino personas con historias y familias que los esperan. Las exigencias son claras: justicia, respuestas y, sobre todo, trato digno hacia las víctimas y sus familiares. Las imágenes de los desaparecidos no deben tratarse como basura y su presencia en espacios públicos debe ser respetada.
Disculpas en Chiapas
La manifestación en Berriozábal
En el estado de Chiapas, la situación es igualmente tensa. Las Madres en Resistencia Chiapas protestaron frente al Palacio de Gobierno de Berriozábal debido al retiro de las fichas de búsqueda que habían colocado apenas tres días antes. Estas fichas son esenciales para mantener la visibilidad de los casos de desaparición y recordar a las autoridades su deber de investigar y resolver estas tragedias. Sin embargo, el retiro de estas fichas no solo entorpece los esfuerzos de búsqueda, sino que también es interpretado como una muestra de desprecio hacia las familias.
La reacción de las autoridades locales fue inmediata tras la protesta de las Madres en Resistencia. Carlos Aquino, encargado de la Coordinación de Parques y Jardines del municipio, asumió la responsabilidad por el retiro de las fichas y presentó su renuncia pública. Aunque su disculpa fue considerada un gesto significativo, contrastó fuertemente con el comunicado del gobierno municipal, que aseguró haber tomado medidas administrativas inmediatas para separar al funcionario de su cargo. Esta falta de coherencia en las acciones y mensajes de las autoridades locales solo incrementa la desconfianza y la frustración de los familiares de los desaparecidos.
El impacto del retiro de fichas
El retiro de las fichas de búsqueda es visto por las familias y colectivos como una acción cruel que profundiza su dolor y desesperación. Estas fichas no solo sirven como recordatorio constante para la comunidad sobre los desaparecidos, sino que también son una herramienta fundamental para la búsqueda. Para las Madres en Resistencia, la retirada de estas imágenes es interpretada como una clara señal de desprecio por parte de las autoridades hacia las víctimas y sus familias.
Este acto se suma a una serie de críticas hacia los tres niveles de gobierno en México, acusados de no brindar el apoyo necesario y de invisibilizar sistemáticamente a los desaparecidos. Las familias resienten la falta de empatía y compromiso por parte de funcionarios públicos, y denuncian que sus esfuerzos son tratados como desperdicio o basura, cuando en realidad representan la esperanza y la lucha incansable por justicia y verdad. Estas acciones son vistas como una forma de borrar la memoria de los desaparecidos y desmotivar a quienes continúan en la búsqueda.
La necesidad de justicia y apoyo
En México, la desaparición de personas es una tragedia que afecta a miles de familias, quienes luchan sin descanso por encontrar a sus seres queridos. Las fotos y fichas de búsqueda de los desaparecidos son un símbolo de esperanza y un reclamo constante de justicia en una nación donde la impunidad y la falta de respuestas predominan. A pesar del dolor y la angustia de estas familias, recientemente se ha informado sobre el retiro de dichas fichas en los estados de Chiapas y Guerrero, lo cual ha generado una gran indignación y fuertes protestas. Los colectivos de familiares consideran este acto como una muestra más del abandono y desprecio por parte de las autoridades. Esta situación refleja la desesperación de quienes no encuentran apoyo ni respuestas efectivas, lo que incrementa el sentimiento de injusticia y desamparo. Cada ficha retirada no solo es una foto que desaparece de la vista pública, sino también una voz silenciada en la lucha por verdad y justicia, un reclamo persistente que no se debe ignorar.