Axa Cerca de Comprar el 30% de Fiberpass de Telefónica

Axa Cerca de Comprar el 30% de Fiberpass de Telefónica

En un movimiento que podría redefinir el panorama de las telecomunicaciones en España, la gestora de activos francesa Axa Investment Management se encuentra en negociaciones avanzadas para adquirir cerca del 30% de Fiberpass, la sociedad de fibra óptica creada por Telefónica y Vodafone España, en colaboración con el fondo británico Zegona. Este interés refleja la creciente relevancia de la infraestructura de conectividad como un activo estratégico en el mercado europeo. Fiberpass, que comenzó operaciones el 1 de marzo, abarca alrededor de 3,65 millones de unidades inmobiliarias en áreas seleccionadas del país, ofreciendo servicios mayoristas de fibra óptica. Con un valor estimado de unos 1.500 millones de euros según analistas, esta operación no solo subraya la importancia de la digitalización, sino que también pone de manifiesto cómo grandes inversores internacionales buscan posicionarse en un sector clave para el desarrollo tecnológico y económico.

Un Socio Estratégico en el Horizonte

La búsqueda de un tercer socio inversor para Fiberpass ha generado un notable interés entre diversos actores del mercado financiero. Aunque varios postores han mostrado su intención de participar, Axa parece haber tomado la delantera tras la retirada de competidores como Vauban Infrastructure Partners, que en un inicio se perfilaba como favorito. Otros nombres como Antin y Allianz han quedado rezagados, mientras que Pontegadea, la oficina familiar de Amancio Ortega, descartó su participación tras un interés inicial. Este proceso, asesorado por las divisiones de banca de inversión de BBVA y Barclays, tuvo como meta inicial valorar la sociedad en unos 2.000 millones de euros, lo que situaría el porcentaje en venta en torno a los 800 millones. La entrada de un inversor como Axa no solo aportaría capital fresco, sino que también reforzaría la capacidad de la empresa para expandir su cobertura y servicios en un mercado altamente competitivo.

Además, la operación pone de relieve la importancia de la colaboración entre grandes operadores de telecomunicaciones y fondos de inversión internacionales. Fiberpass, con Telefónica controlando el 63% a través de sus filiales y Vodafone el 37% restante, representa un modelo de negocio innovador que busca optimizar los recursos y acelerar el despliegue de fibra óptica en España. La llegada de un socio como Axa podría traducirse en una mayor inversión en tecnología y una expansión más rápida de la red, beneficiando tanto a los operadores como a los usuarios finales. Sin embargo, las negociaciones aún no han concluido, y aunque las fuentes cercanas señalan un cierre inminente, las partes involucradas mantienen cautela antes de hacer anuncios oficiales. Este escenario refleja la complejidad de las operaciones en el sector, donde los intereses estratégicos y financieros deben alinearse para garantizar el éxito a largo plazo.

Retos Internos y Prioridades de Telefónica

A pesar del interés que ha despertado esta operación, para Telefónica el proceso de incorporación de un nuevo socio en Fiberpass ha perdido prioridad en los últimos meses debido a transformaciones internas significativas. Cambios en la dirección, como el relevo en la presidencia con la llegada de Murtra en sustitución de José María Álvarez-Pallete, han marcado un punto de inflexión en la estrategia de la compañía. Asimismo, otras operaciones corporativas de mayor envergadura, especialmente en Hispanoamérica, han captado la atención de la empresa. En esta región, Telefónica ha llevado a cabo desinversiones importantes, incluyendo la venta de filiales en países como Perú, Colombia y Uruguay, mientras aún se trabaja en concretar su salida de mercados como México y Chile. Este enfoque en la reestructuración global refleja un esfuerzo por optimizar su cartera de activos y centrarse en áreas de mayor rentabilidad.

Por otro lado, la situación de Telefónica pone en evidencia los desafíos que enfrenta una compañía de su envergadura al intentar equilibrar sus operaciones locales con una estrategia internacional. Aunque Fiberpass representa una oportunidad para consolidar su posición en el mercado español de fibra óptica, las prioridades corporativas han desviado recursos y atención hacia otros frentes. Esto no significa que la sociedad de fibra óptica haya perdido relevancia, sino que su desarrollo se enmarca dentro de un contexto más amplio de transformación. La posible entrada de Axa podría servir como un impulso para retomar el foco en esta iniciativa, permitiendo a Telefónica compartir los riesgos y costos asociados con la expansión de la infraestructura digital. Este tipo de alianzas se ha vuelto esencial en un sector donde la inversión constante es clave para mantenerse a la vanguardia.

Perspectiva del Mercado de Fibra Óptica

El mercado de fibra óptica en España se ha consolidado como uno de los más avanzados de Europa, y Fiberpass desempeña un papel crucial al ofrecer conectividad de alta calidad en zonas estratégicas. La infraestructura de fibra no solo es fundamental para los hogares y las empresas, sino que también constituye la base para tecnologías emergentes como el 5G y el internet de las cosas. En este contexto, la participación de un inversor internacional como Axa subraya el atractivo de este sector para el capital extranjero. La capacidad de Fiberpass para cubrir millones de unidades inmobiliarias la posiciona como un activo valioso, capaz de generar ingresos estables a través de servicios mayoristas. No obstante, el éxito de esta operación dependerá de la capacidad de las partes para alinear sus objetivos y garantizar una gestión eficiente de los recursos.

Otro aspecto relevante es cómo esta operación podría influir en la competencia dentro del sector de las telecomunicaciones en España. La entrada de un nuevo socio podría intensificar la presión sobre otros operadores para acelerar sus propios proyectos de fibra óptica y mejorar sus servicios. Además, la colaboración entre Telefónica, Vodafone y un fondo como Axa podría sentar un precedente para futuros acuerdos en la industria, promoviendo modelos de negocio basados en la compartición de infraestructura. Este enfoque no solo reduce costos, sino que también acelera la cobertura de áreas menos atendidas, contribuyendo al cierre de la brecha digital. Mientras las negociaciones avanzan, el mercado observa con atención cómo se configurará el futuro de la conectividad en el país, un elemento esencial para el progreso económico y social.

Reflexiones sobre una Operación Clave

Mirando hacia atrás, las negociaciones entre Axa y las partes detrás de Fiberpass marcaron un momento significativo en la evolución del sector de las telecomunicaciones en España. La posibilidad de que una gestora de activos internacional asumiera una participación considerable en esta sociedad de fibra óptica destacó la importancia de las alianzas estratégicas en un entorno cada vez más globalizado. Este movimiento no solo evidenció el valor de la infraestructura digital como un activo atractivo, sino que también reflejó las complejas dinámicas internas que enfrentaron las grandes operadoras al redefinir sus prioridades. Ahora, el foco debe centrarse en cómo se implementarán los acuerdos alcanzados, asegurando que la inversión se traduzca en mejoras tangibles en la conectividad. Asimismo, será clave monitorear si este tipo de operaciones inspira nuevas colaboraciones en el sector, abriendo camino para una mayor innovación y acceso a tecnologías de punta.

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