Una de las últimas actualizaciones de Windows Update en Windows 11 parece haber provocado un problema de seguridad, desactivando (e impidiendo reactivar) una de las opciones de protección de Windows Defender: la protección de Autoridad de Seguridad Local (LSA).
La Autoridad de Seguridad Local es una de las funciones críticas del subsistema de seguridad de Microsoft, responsabilizándose —por ejemplo— de verificar los cambios de contraseña y los intentos de inicio de sesión. Los ataques de robo de datos de inicio de sesión resultan, con este componente activado, mucho más complejos para los potenciales atacantes.