A la hora de hablar o pensar en el futuro lo primero que viene a la mente del imaginario colectivo es que todo ha de estar conectado. El poder controlar desde la palma de la mano cualquier tipo de dispositivo electrónico.
La domótica y los diferentes avances en el campo de los dispositivos inteligentes ha hecho que seamos capaces de gestionar el hogar desde cualquier parte del mundo. Pero, hasta el momento, ha existido un elemento clave en la vida diaria que se mantenía ingobernable.