Los teléfonos plegables ya no son objeto de exhibición. Han pasado de estar presentes en los escaparates a integrarse en los bolsillos de los usuarios. Sí, es cierto que todavía siguen siendo un producto para pocos.
Y, es que, la etiqueta de precio es prohibitiva para muchos usuarios, pero eso no quita que ya se puedan adquirir. Los detractores de este tipo de equipos ponen en relieve la falta de resistencia de un dispositivo que integra partes móviles.