Hace unas semanas, una de las extensiones de mi navegador Chrome desapareció del mismo. O mejor, dicho, desapareció del listado de extensiones de la barra de herramientas: tras un rato dando vueltas al navegador y alternando entre mesarme las barbas y rascarme la coronilla, di con la extensión desaparecida en ‘chrome://extensions/’… convenientemente desactivada, y no por mí.
Se trataba de la extensión del polémico servicio SciHub, por lo que supuse lo que había pasado, pero eso no impidió que me cabrease que la Chrome Web Store se dedicara a desactivar extensiones a distancia sin preguntar a priori… y, encima, sin avisar a posteriori.