La primera noticia que tuvimos de un cargador inalámbrico fue, como no, relacionado con el mundo smartphones. Placas fijas que podían cargar el móvil solo con posarse sobre ellas, eliminando los cables.
Pese a que esto nos supo a poco, significaba que la carga a través del tecnología inalámbrica era factible, por lo que antes o después algo llegaría para revolucionar el mundo de las cargas tal y como lo conocemos.