Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los responsables de las tiendas de ropa es evitar en la medida de lo posible que los ladrones se lleven lo que no es suyo. Es evidente que los dependientes no pueden tener mil ojos, por lo que la tecnología es un aliado fundamental en la industria textil, más aún en época de rebajas donde se multiplica la afluencia de gente en las tiendas.
Y es que, aunque en resto de establecimientos de cara al público también se pueden usar, en las tiendas de ropa tienen que ingeniárselas para compaginar el elemento clave de la colocación de la ropa y el escaparataje con la seguridad. La ayuda tiene un nombre concreto y unas siglas: RFID.