De todas las opciones que actualmente ofrecen los principales navegadores, está claro que el modo incógnito de los mismos es uno de los más populares. Cada día, un gran número de usuarios lo utilizan para no dejar constancia de sus búsquedas por Internet, como sucede con el modo incógnito de Google.
No obstante, ¿es realmente así? ¿Hasta qué punto un modo incógnito garantiza privacidad por encima de todo? ¿Cuál es el rastro que dejas incluso utilizando una de estas alternativas? Y lo que es aún más importante, ¿quién puede acceder a él?