Todos hemos tenido que soportar ver en nuestro móvil que nuestro mejor amigo nos ha mandado un audio y que su duración excede los 5 minutos. En ese momento sólo hay dos formas de reaccionar: alegrándote, porque te encantan los audios, o cabreándote, porque los odias.
La sociedad se divide en estos dos tipos de personas, y es normal, ya que oír algo requiere mucho más tiempo y esfuerzo que leer. Además de que cuando hablamos solemos divagar mucho más que escribiendo.
Y esto no es algo ajeno a los desarrolladores de WhatsApp, ya que por este motivo se han puesto manos a la obra para acabar con esta división.