El Club Deportivo Sansueña no sabía lo que le esperaba al cometer este error. Al parecer, uno de los responsables creó un grupo de WhatsApp incluyendo a varios usuarios. Entre ellos había una antigua miembro del club, que ya no pertenecía al mismo.
Esto hizo que saltara una demanda por infringir la Ley de Protección de Datos. La usuaria afirmó que se habían vulnerado sus derechos y, realmente, se infringieron varios artículos de la normativa: la falta de consentimiento de tratamiento de datos personales, conservar los datos de la usuaria demasiado tiempo y facilitar su número de teléfono móvil a terceros.