El sistema operativo Android está presente en miles de millones de dispositivos en todo el mundo, principalmente teléfonos móviles, y eso evidentemente es un gancho más que suficiente para que los ciberdelincuentes intenten encontrar vulnerabilidades en el mismo.
Y eso es lo que acaba de pasar, dado que los ciberdelincuentes han encontrado una puerta trasera que permite tener control sobre distintos terminales de los usuarios.
Afecta principalmente a una serie de modelos específicos de móviles, y parece que el principal culpable son fallos encontrados en AOSP (Android Open Source Proyect).