Es habitual que las campañas de phishing se enfoquen en convencernos de facilitar involuntariamente nuestras credenciales bancarias a los ciberdelincuentes. En otras ocasiones, lo que les interesa son nuestros datos de acceso a servicios como los de Microsoft, Google o Facebook.
Pero también los usuarios de webmails autoalojados —los que suelen acompañar a los dominios privados— pueden ser objetivos de interés para esta clase de timos… según el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) esta campaña de phishing en concreto afecta a empresarios, empleados y autónomos que utilizan servicios de webmail, como Zimbra y similares.