Hace dos meses, un informe publicado por LinkedIn planteaba la posibilidad de que el auge del trabajo a distancia hubiera tocado techo (al menos, en los Estados Unidos y el Reino Unido): los datos evidenciaban que las ofertas para este tipo de puestos habían descendido del 19,8% en marzo al 15,9% en agosto.
Al mes siguiente, dos grandes compañías tecnológicas parecían protagonizar el repliegue de esa tendencia. Primero, Twitter suprimía por completo el teletrabajo pocos días después del desembarco de Elon Musk como CEO (quien ya había tomado la misma medida en Tesla), y a continuación Snap (desarrolladores de Snapchat) anunciaban que limitarían esta modalidad laboral a sólo dos días a la semana a partir de febrero de 2023.