No fueron los auriculares con mejor sonido del mercado. Tampoco los que ofrecían la cancelación de ruido más efectiva. Ni siquiera tenían la autonomía más amplia. Y, aún así, los Nothing Ear (1) lograron ser uno de los productos mejor valorados de su categoría, y unos de los auriculares más buscados del mercado, llegando a producirse más de 600.000 unidades en total.
Algo parecido sucedió con el Nothing Phone (1), su primer smartphone. Y si algo tenían en común ambos productos, más allá de su diseño transparente, era el hype que los rodeaba. Al fin y al cabo, suponían la entrada de un nuevo fabricante a dos mercados ya establecidos y muy consolidados. Y eso, sin duda, llama la atención.