La frontera entre las cualidades intrínsecamente humanas y la capacidad de la tecnología para imitarlas es cada vez más estrecha gracias (o por culpa de) a la inteligencia artificial. Después de crear textos complejos, cuadros artísticos o incluso elementos abstractos, ahora llega un nuevo paso adelante: la voz.
El ejemplo es el vídeo creado gracias a la tecnología de clonación de voz de Eleven Labs, una empresa estadounidense que crearon dos antiguos trabajadores de Google. Dedicados fundamentalmente al síntesis de voz, han conseguido crear un software que no solo es capaz de convertir el texto en voz, sino que además ha logrado encajar las voces de cualquier persona en discursos ya realizados.