Los equipos de ciberseguridad de todo el mundo se enfrentan a un volumen cada vez mayor de incidentes de seguridad. Si las organizaciones buscan no sufrir pérdidas económicas y reputacionales, una respuesta tardía puede traer graves consecuencias. Debido a esto, es fundamental que la empresas actúen con agilidad y eficacia.
Tal y como recoge el informe «Innovate for Cyberresilience» de Accenture, para que un programa de ciberseguridad tenga éxito, debe invertir en velocidad operacional, es decir, priorizar en una detección y respuesta rápidas. En este caso, la mayoría de los líderes coincide en que la velocidad de detección (58% de los encuestados), el tiempo de recuperación/restauración de la actividad normal (53%) y el tiempo de respuesta (52%) son los tres factores clave que se deben tener en cuenta para medir dicho éxito.